En estas pautas se halla el arte del payaso: ser orgánico, jugar, expresar lo que sientes, compartir con el público, tener problemas, hacer tonterías, estar interesado, fracasar, mostrarte vulnerable, usar tu sentido del humor, exagerar, sentir los ritmos cómicos, repetir tus éxitos, disfrutar, caer en las tentaciones, ser honesto, transgredir, redescubrir el mundo, reinterpretar los hechos.
Saber cuáles son las pautas del payaso no es lo mismo que ser capaz de manejarlas en escena. No te voy a engañar – llegar a ser un payaso profesional, capaz de hacer reír a cualquier público en cualquier circunstancia, requiere años de practica. La técnica es muy compleja, pero llegar a experimentar tu payaso…¡eso es muchisimo más fácil!
“El loco se cree cuerdo, mientras el cuerdo reconoce que no es sino un loco”
W. Shakespeare
Sí, tú estas loco, eres ridículo, y un poco idiota… todos lo somos (quizá no todo el tiempo, pero sí a menudo). Por lo tanto, el aprendizaje clown consiste en reconocer y exponer hábilmente todos estos elementos cómicos que ya tienes a tu disposición. Conocerás cómo es tu payaso (qué cosas es capaz de hacer, comunicar y sentir) cuando sales a improvisar con la nariz roja ante un público.
Tu payaso aparecerá sin esfuerzo si:
1: tienes disponibilidad hacia el trabajo
2: te permites sentir y expresar lo que estas sintiendo
3: entras en el juego (¿estás dispuest@ a jugar?)
Si lo que buscas es un taller donde puedas ser exactamente cómo eres – expresivo, ridículo, explosivo, torpe, idiota… (y recibir aplausos por ello) ¡este es tu taller!
Temas que trabajaremos:
- Sentirse relajado y confortable en escena
- La escucha activa
- La vulnerabilidad
- La estupidez
- Aceptación del fracaso y recreación del éxito
- La expresión lúdico de las emociones
- Dejarse llevar por la exageración
- Disfrutar de ser ridículo
Aprenderás a: sentirte confortable en escena, crear un vínculo afectivo con el público, y usar tus formas de ser y tu parte ridícula para provocar la risa.
Trabajaremos individualmente, en dúos y tríos. Y aunque se dará prioridad a las necesidades del grupo, también se realiza un trabajo muy individualizado.
En cada clase ahí una primera parte de juegos de calentamiento, ejercicios de confianza, atención, presencia, y otros que ayudan en la escucha, la apertura, la sensibilidad y el encuentro del humor propio. En la segunda parte de la clase se trabajan ejercicios específicos de clown.
Tendréis que improvisar, participar como público activo, y ayudaros mutuamente en descubrir los rasgos importantes de vuestro clown. Sobre todo tendrás que buscar hacer reír, sin más elementos que tus propios gestos y tics, tus propias maneras de enfrentarte a las situaciones, “desnudo” y navegando entre la aventura y el posible hundimiento del barco.
La meta del curso es ayudarte a encontrar las cosas que funcionan y apoyarte en seguir tus propios impulsos locos.
La disponibilidad de los participantes hacia el trabajo es esencial. Tienen que estar dispuestos a quitarse las mascaras, sentir, y sobretooodo… jugar como si no hubiera un mañana.