En el teatro convencional existe la cuarta pared, una pared invisible que separa a los actores del público. Los actores fingen que el público no está ahí. Pero para los payasos el público habita en su mismo universo, nada los separa. Como diría Claret Clown, la cuarta pared en el payaso está detrás del público. Y es por eso que el arte del clown requiere mirar, ver, y compartir con el público lo que el payaso siente, lo que le ocurre y lo que se le ocurre.